Materializa tus e-libros



El otro día le dí un repaso al concepto de e-ink y los lectores basados en ella para 2006. Al final de ese post hablé de una prueba que he hecho para comparar con la experiencia de lectura entre libro y pantalla retroiluminada. Algún compañero me ha comentado que he pasado por encima de conceptos interesantes, por lo que me voy a detener un poco en ello, no sin antes recordar el lema de este blog:

espero que los espíritus sensibles no se lleven las manos a la cabeza si con peor o mejor fortuna explico de forma llana algunos de los temas que trate, porque lo que pretendo es que esto no lo lean sólo los frikis, geeks y demás gentuza como yo
Materializar: se trata de convertir libros en formato digital, sea el que sea, a papel en un formato agradable para la lectura.

En primer lugar, la fuente del libro: hay bibliotecas de ebooks perfectamente legales en internet, tanto porque el copyright ha prescrito como porque el libro está bajo algún tipo de cobertura legal distinta a la de todos los derechos reservados. Para las primeras, tendríamos el proyecto gutenberg, la parte gratuita de la biblioteca Baen, o la Biblioteca gratuita Franklin, por poner unos Respecto a los libros con licencia distinta al copyright, tendríamos wikibooks, su contrapartida eninglés, o la biblioteca de sindominio.
Escogido el libro que queremos materializar, mi recomendación sin duda alguna es usar LyX. Se trata de un procesador de documentos basado en el principio WYSIWYM, lo cual, como allí se indica:

LyX is a document processor that encourages an approach to writing based on the structureof your documents, not their appearance.

Lo cual no quiere decir en absoluto que la apariencia final no importe. Muy al contrario, importa.
LyX is for people that write and want their writing to look great, right out of the box. No more endless tinkering with formatting details, 'finger painting' font attributes or futzing around with page boundaries.
En otras palabras, cuando lo usas, su interfaz y filosofía te centran en la estructura conceptual del documento, en lo que contiene, y te fuerzan a olvidarte del aspecto. Esto ya de por sí es una pasada comparado con los procesadores de texto más populares (word, writer de Ooo, abiword), porque te obliga a no distraerte en nada que no sea escribir el texto y darle una estructura lógica. Pero aquí no se trata de escribir un libro sino de materializarlo, de construir una salida de calidad equivalente a la de un libro de imprenta.
Para optimizar este propósito tenemos dos ventajas:


1) por un lado, el interfaz minimalista-eficaz de Lyx. Aquí podéis ver un recorrido gráfico básico, pero como no está actualizado he preferido colgar una captura de una versión más reciente. Todo lo controlas por atajos de teclado o por el menú principal y, siguiendo el principio WYSIWYM que acabo de mencionar, no tiene nada que ver con el aspecto final... desde una perspectiva visual. Con LyX lo que haces es indicar "esto es el título", "esto es una tabla", "esto es un título de sección", y el programa te lo muestra optimizado para pantalla, no para papel. El resultado, para materializar libros: me parece imposible trabajar de forma más rápida o más clara que con LyX.
2) el motor LaTeX remata la faena. Es un motor de composición tipográfica que lleva 22 años desarrollándose (27 si le sumas el comienzo de TeX) y cuyos resultados son netamente superiores a cualquier otro motor de composición (que yo conozca, y vivo en parte de eso). La diferencia respecto a los sistemas más modernos es que no tiene que producir para la pantalla y en tiempo real un resultado equivalente al del papel, y toda la potencia de este motor se concentra en alcanzar el máximo resultado respecto al propósito inicial de su creador:

intended for the creation of beautiful books-and especially for books that contain a lot of mathematics
Espero que baste con afirmar que la diferencia entre un texto producido con LaTeX y con cualquier otro procesador de documentos es esencial: se puede mandar un resultado de LaTeX a imprenta, lo que no podrías hacer con los resultados de los procesadores de texto populares mencionados líneas arriba.

La ventaja para materializar libros se resume, por lo tanto, en una interfaz inmediata, minimalista, para crear libros de calidad tipográfica excelente. Y hablo de LyX y no de cualquier editor de LaTeX (Texnikcenter, por ejemplo, o Kyle si usais linux, o cualquier editor de texto a pelo y luego latex con consola, como los machotes), por la velocidad: en LyX no hay tags distrayendo la vista, y si es necesario se puede recurrir a toda la potencia de LaTeX.

Los pasos a seguir serían los siguientes:
  • Bajáis e instaláis LyX. Si sois usuarios de Linux, es trivial. Si sois usuarios de Windows, ahora también está tirado. Hasta hace 2 meses era algo para machotes, tanto que un día me bajé a ver a los compañeros dándome golpes de pecho. Pero los desarrolladores han puesto remedio a esto y el instalador de LyX te llevará cómodamente por todos los pasos (que siguen siendo muchos) para tener un flamante LyX en tu máquina Windows.
  • Salvo uno. Si trabajáis con textos en español, necesitaréis que se apliquen las reglas tipográficas de nuestra lengua (principalmente, la división de palabras). Una vez instalado todo (Miktex, Imagemagick, Ghostscript, Lyx), tenéis que lanzar la aplicación Miktex options, solapa languages y escoger español. Nada que nos deje calvos, pero no está indicado claramente :(.
  • Con el flamante LyX dispuesto, abrís la novela que queréis materializar con cualquier editor de texto y la copiais al portapapeles. Abrís LyX, y escogéis Edición/Pegar selección externa/como líneas. Tendréis la base del libro ya importada a LyX.
  • Sólo os queda un pequeño trabajo manual: definir qué es el título, el autor, los capítulos y meter un índice. alt+p+número formatea el párrafo según el rango del título (título de capítulo, título de sección...); alt+p+t formatea un párrafo como título, y a+p+shift-a formatea el párrafo como nombre del autor. Insertar/Listas e índices/Índice general inserta una tabla de contenidos.
  • La estructura del texto ya está creada. Sólo faltaría indicar qué tipo de documento es. Nos vamos a Formato/Documento y ahí indicamos que la clase del documento es libro (book, book-komascript, la que prefiramos), el tamaño de la fuente básica (10, 11, 12) y el tamaño de la hoja (Din B5 es muy cómodo para lo que nos ocupa).
  • Definido esto, exportamos a PDF. Y ya está
Como lo oís. El motor de composición tipográfica se encargará del resto. De que todos los capítulos empiecen en página impar, que las líneas y párrafos ocupen el espacio adecuado, que el título y el autor estén donde tengan que estar, que el texto de cada página se adapte perfectamente al tamaño definido para la misma sin que tengas que tocar nada... todo transpira el concepto estético de un libro clásico o, como dicen algunos (con cariño), "huele a LaTeX".

Un último paso opcional sería preparar la impresión a papel. Yo uso cada vez más foxit en lugar de Acrobat Reader para leer e imprimir PDF, porque es mucho más ligero, es portable a USB y hace lo que necesito. Si queréis aprovechar el papel, tendréis que imprimir páginas pares e impares por separado, las pares primero y con el orden de página invertido. Un truco muy fácil para introducir marcas de corte es engañar a la función de impresión, indicando que quieres imprimir múltiples páginas por hoja de papel, luego seleccionando manualmente que la disposición es 1x1 páginas (horizontal/vertical) por hoja y seleccionar la opción Dibujar borde de la página. Entre los cienes y cienes de paquetes LaTeX hay un par de ellos para dibujar marcas de corte, pero ahora no los recuerdo.

Y esto es todo, creo. Pocos minutos de trabajo, resultado de legibilidad inmejorable. Costes de impresión, guillotinado y encuadernado con gusanillo, y encima lo puedes leer con una mano sólo porque pliega por completo.

Espero que os sea útil y, como no, comentarios sobre la idea o alternativas.

Escrito por: Juan Luis Chulilla Documento original:tinta-e

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